Pocas horas atrás trascendió la historia de Johana Maureira, una mujer que lucha con el cáncer de mama, pero muchas cosas en la vida complicaron aún más el camino de la superación. Ella vive en Mendoza junto a su marido y sus tres hijos, y fue desalojada de una casita muy humilde en la que podían protegerse de la intemperie y satisfacer sus necesidades básicas. Desesperados y en busca de una luz entre tantos problemas, ellos comenzaron la incesante búsqueda de un techo para vivir con su familia.
El cáncer de Johana es fuerte, y su salud se encuentra muy frágil. Lamentablemente, los tratamientos con quimioterapia no fueron lo suficientemente efectivos y la enfermedad llegó a tomarle hasta los huesos, por lo que sigue sometiéndose a procedimientos que puedan librarla de aquel mal.
José Luis es el nombre del marido de Johana, y él se encuentra desempleado desde hace un tiempo. “Tuvo que renunciar a su trabajo en una constructora para dedicarse a la crianza de los chicos cuando enfermé hace tres años”, explicó la mujer en una entrevista.
Según los relatos de la mujer, la precaria vivienda en la que se encontraban se localizaba en el Barrio Espejo de Las Heras, y aseguran que “los dueños del lugar habían vendido el terreno, tuvimos que dejar su hogar y quedamos en la calle”. A continuación, optaron por recurrir al Municipio de Las Heras, pero lo único que pudieron hacer en la institución es proporcionarle mercadería.
Ellos no tienen trabajo ni familiares que puedan ayudarlos, por lo que los Maureira se encuentran desolados en las calles. “Estamos subsistiendo gracias a la ayuda de la gente, desamparados, esto nos ha superado”, relató José Luis, entre lágrimas, al diario mendocino.
