Este martes se vivió un momento de tensión en el Congreso de la Nación. ¿Qué ocurrió? Un hombre de 36 años se subió a las rejas que separan la institución de la calle de la ciudad para encadenarse en lo más alto del portón.
El reclamo del ciudadano era una denuncia que ya había hecho con anterioridad por “armas psicotrónicas [sic.] que controlan la mente”.
Ante esta situación, agentes de la Policía Federal debieron que trabajar en el caso para intentar que el hombre deponga su actitud y, finalmente, decida bajar. Como era de esperarse, el sujeto fue desencadenado por el equipo de Bomberos.
El encargado de dar a conocer la noticia fue el periodista Diego Gabriele. A través de su cuenta de Twitter escribió: “se trepó a la reja del Congreso y se encadenó. Pide, lo dejen salir de Buenos Aires, ya que denuncia la existencia de armas psicotrónicas que controlan la mente. Trabaja PFA”.
Más tarde, el comunicador habló en C5N y declaró que “el hombre, de nombre Uriel, de 36 años, vive en Rafael Calzada y dice ser víctima de estas armas junto a su familia”. Según comunicó el hombre, los efectos que podría llegar a causar este tipo de armamento, serían fuertes dolores de cabeza y vómitos.
