Al final, no era culpa de la pandemia o de la guerra de Ucrania. Tampoco era “una cuestión que atraviesa a toda la región”, como aseguró el presidente Alberto Fernández en uno de sus discursos. Los datos que arrojaron los organismos oficiales de Uruguay, Chile y Paraguay echaron por tierra cualquier excusa.
El Banco Central de Paraguay (BCP) confirmó horas atrás que el mes de julio cerró con una inflación de 0.7 por ciento, unas diez veces menos que Argentina. Algo similar ocurrió en Uruguay, en donde el Índice de Precios al Consumo tuvo una variación mensual del 0.77 por ciento. En Chile, la inflación despertó un escándalo: Esperan un 13 por ciento sobre el final del año, unas siete veces menos de lo que se augura en Argentina.
Pero fueron los datos arrojados por el Instituto de Estadísticas de Brasil (IBGE) los que, casi sin quererlo, dejaron en evidencia la deficiente gestión del gobierno del Frente de Todos en Argentina. Mientras la dupla conformada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner cabalgan sobre una inflación que alcanzaría al 90 por ciento, en Brasil tuvieron deflación. En pocas palabras, los precios no sólo que no aumentaron, sino que cayeron un 0.68 por ciento.
Mientras este fenómeno atraviesa a toda la región, en Argentina el billete de mil pesos, el de mayor denominación actual entre los circulantes, ya no alcanza siquiera para acceder a una lata de atún. No sólo ello, sino que la inflación que marco la gestión de Alberto Fernández durante el mes de julio superó a la de Venezuela.
En efecto, mientras en Argentina el aumento de precios marcó un incremento del 7.5 por ciento para el conjunto de las consultoras privadas, en Venezuela el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) confirmó una inflación ubicada en el 5.3 por ciento, casi dos puntos por debajo.
Mientras se esperan los datos oficiales del INDEC, que llegarían el jueves 11, las estimaciones privadas no resultan alentadoras. Incluso, consultoras como FIEL anticiparon que el incremento de precios para diciembre se ubicaría por encima de los 100 puntos porcentuales, superando todas las previsiones del ministerio de Economía.
En este escenario, el relevamiento de expectativas de mercado del Banco Central proyectó una suba de precios que rondaría el 90 por ciento para el 2022 en su último informe. Esto marca un considerablemente aumento respecto al informe anterior, en el que había previsto una inflación del 76 por ciento. (www.REALPOLITIK.com.ar)