El domingo pasado, el empresario condenado a 12 años de cárcel en el año 2021 por lavado de dinero, Lázaro Báez, arribó a Santa Cruz para continuar con el cumplimiento del arresto domiciliario. Esto se debe a que la Justicia le permitió la posibilidad de que se traslade a El Calafate tras haber estado en una vivienda en el conurbano bonaerense.
En este contexto, es su primera vuelta a la provincia desde su arresto en 2016, salvo por haber estado presente en el funeral de su madre en 2018. Llegó a la ciudad mencionada por tierra, trasladado en una camioneta de la Policía.
En las autopistas de entrada a la provincia de Santa Cruz, un grupo de personas desplegó un cartel con la frase “trabajo y lealtad”, recibiendo a Lázaro Báez en el cruce de la Autovía “17 de Octubre” y la avenida Asturias de Río Gallegos.
Después de residir en un barrio privado en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) con un dispositivo de monitoreo electrónico en el tobillo, el empresario sureño seguirá utilizando el dispositivo, pero esta vez, según indicó Báez, cerca de sus hijos y en su provincia de origen.
