Lo que debía ser una noche de disfraces y celebración en el centro de Orlando se tornó en caos cuando, en la madrugada del 1 de noviembre, un hombre abrió fuego y dejó dos muertos y seis heridos.
El ataque ocurrió alrededor de la 1 a.m., mientras miles de personas disfrutaban de la fiesta de Halloween en una zona repleta de bares y boliches. El jefe de policía de Orlando, Eric Smith, informó que el tiroteo provocó gran confusión entre la multitud.
Jaylen Dwayne Edgar, de 17 años, fue arrestado como principal sospechoso del ataque. El joven, que tiene antecedentes de hurto mayor, disparó en dos ocasiones e hirió a personas de entre 19 y 39 años. Dos de ellas perdieron la vida.
En tanto, los sobrevivientes fueron trasladados en estado estable al Orlando Regional Medical Center, mientras la policía investiga el motivo del hecho y trabaja sobre los videos de seguridad y grabaciones en redes sociales, que muestran el momento exacto del tiroteo.
En uno de los videos que trascendieron, Edgar dispara a quemarropa a un joven en plena avenida, y en otro, un segundo tiroteo se produce cerca de un patrullero.
La rápida acción de un agente cercano al incidente permitió que fuera interceptado y detenido casi de inmediato. El jefe Smith destacó la calma con la que los oficiales reaccionaron frente a la emergencia, priorizando la protección de la multitud.
Aunque la policía ya había desplegado 100 agentes en el área por las festividades de Halloween, tras el incidente se evalúa aumentar la vigilancia para el fin de semana, cuando se espera una afluencia de entre 50,000 y 100,000 personas en las calles de Orlando.