Las señales en la vivienda de barrio Villa Boedo ya se habían encendido tiempo atrás. Vecinos manifestaron que eran frecuentes los conflictos entre la mujer que fue asesinada este martes al mediodía y su expareja.
Debido a los antecedentes de violencia, la víctima contaba con un botón antipánico del que no hubo activación cuando se produjo el ataque fatal. Por otra parte trascendió que había una medida cautelar de restricción vigente.
Ninguna de las medidas impidieron el crimen registrado alrededor de las 12 en el domicilio de Pedro Medrano al 5800. Jésica Domínguez (35) murió tras recibir un disparo de arma de fuego. El agresor creen que intentó suicidarse. Lo encontraron con heridas cortantes y lo derivaron al Hospital de Urgencias.
Una hija de 13 años regresó del colegio y encontró el horror. Por un lado estaba su madre sin vida y en el mismo domicilio su padre inconsciente con lesiones de arma blanca. La menor recibió contención de los vecinos mientras esperaban el arribo de los policías.
