El Senado aprobó el proyecto que regula la producción y comercialización del cannabis medicinal y cáñamo industrial, que impulsa el Poder Ejecutivo nacional, por 56 votos afirmativos, 5 negativos y 1 abstención. El apoyo provino del oficialismo y de la mayor parte del interbloque de Juntos por el Cambio, que quedó dividido durante la votación.
Los macristas Laura Rodríguez Machado y Alfredo de Ángeli y los radicales Julio Cobos y Pamela Verasay votaron en contra; al igual que el senador de Somos Río Negro Alberto Weretilneck. El único que se abstuvo fue Víctor Zimmermann, de la UCR.
“Sacamos de la clandestinidad un mundo de enorme importancia referido a la salud y ponemos en la legalidad una actividad que será muy controlada”, dijo el senador puntano Adolfo Rodríguez Saá. Y remarcó que “es una oportunidad para mejorar el acceso a la salud” y que se escuchó a las “organizaciones que cultivan el cannabis para el remedio para sus hijos”, y concluyó: “Estamos legalizando para que puedan acceder sin clandestinidad al remedio o alivio en su enfermedad”.
El jujeño Mario Fiad, al igual que su compañera del bloque de la UCR Silvia Giacoppo -también de Jujuy-, adelantó que acompañaría el proyecto que impulsa el Ejecutivo nacional y recordó que la provincia norteña “ha liderado la producción y las investigaciones con fines medicinales del cannabis”.
Rodríguez Machado dijo que votaría en contra, aún cuando aseguró que está de acuerdo con el texto de la iniciativa. La principal crítica que esbozó es que deberían ser las provincias las encargadas de la regulación en lugar del Ejecutivo nacional. “Hay que sacar de la clandestinidad al cultivo de cannabis, regular el cannabis medicinal y tener control de la producción de cáñamo, pero este proyecto viola la Constitución sobre facultades provinciales: la producción agropecuaria de manera masiva”, especificó la legisladora cordobesa.
En esa misma línea, Verasy anunció que ella y Cobos rechazarían el proyecto y planteó que “las provincias tienen que ser las autoridades de aplicación de esta ley”.
“Con este proyecto de cannabis estamos trabajando en aspectos muy sensibles. En un factor humano, para aliviar a personas que buscan mitigar el dolor en enfermedades muy crueles, la epilepsia, la fibromialgia o los malestares de la quimioterapia”, dijo la senadora oficialista Cristina del Carmen López Valverde y contó que ella misma sufría de fibromialgia. “Sé lo difícil que es sobrevivir con estos dolores y seguir con estos dolores y tener aliento cuando un aceite puede mitigar eso y mejorar la calidad de vida”, apuntó. Y agregó: “Nadie está afuera de la posibilidad de necesitar un medicamento para aminorar el dolor”.
“Hemos tenido cannabicultores presos”, dijo el chubutense Alfredo Luenzo, del Frente de Todos, a la vez que subrayó que “hay gente en la cárcel por un porro” y que con “el prohibicionismo se protege al narcotráfico”. Y agregó: “Es de ellos la ley, de aquellos cannabicultores que están poniendo en cuerpo”.
A lo largo de toda su exposición, Weretilneck se encargó de remarcar en varias oportunidades su rechazo al proyecto: “No estoy de acuerdo de sumarme a esto de que la marihuana no tiene impacto negativo en las personas”.
“Cuando le decimos a los jóvenes que la marihuana es buena, la verdad es que no quiero formar parte de este coro”, planteó el senador rionegrino, a pesar de que la iniciativa no regula el uso del cannabis con otros fines que no sean los medicinales o industriales, en el caso del cáñamo.
La ley
El uso del cannabis para uso medicinal y fisioterapéutico está habilitado por ley desde 2017 y recién el año pasado se reglamentó el autocultivo. Sin embargo, la ley 27.350 permitió un avance de la producción del cannabis medicinal a muy baja escala por estar limitado sólo para fines experimentales.
El Marco Regulatorio que se debate en el Congreso apunta a la legalización de la producción y desarrollo de la cadena productiva del cannabis y el cáñamo con una visión productiva. Al mismo tiempo, busca evitar desvíos al mercado ilegal y garantizar la trazabilidad de procesos y productos con destino medicinal.
Otro de los objetivos de la iniciativa es alentar el desarrollo de la industria del cáñamo, el cual funciona como insumo para la producción de fibras textiles, ropa y calzado, cosmético, materiales para construcción y papel. Para eso es necesario legalizar su producción, excluyéndolo del listado de estupefacientes, en el que está desde 1977.
Se creará la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME) para que se encargue de regular y fiscalizar toda la cadena productiva de cannabis y cáñamo; y otorgar las autorizaciones para la comercialización interna y las exportaciones.
Hasta el momento, 50 países avanzaron con la legalización -en diferentes grados- del cannabis para uso medicinal o industrial y se proyecta que para 2024 la producción global sea de 42.700 millones de dólares.
Según estimaciones del Ejecutivo nacional, en caso de aprobarse el Marco Regulatorio se podrán crear 10 mil empleos nuevos para 2025.
En la Argentina, hay 22 iniciativas provinciales vinculadas al cannabis y 80 municipales en ese sentido.
Homenajes, pliegos y el DNU sobre la Ley de Vacunas
La sesión abrió con varios homenajes al senador fallecido Carlos Reutemann. La mayoría de los legisladores que lo recordaron destacaron su paso por el automovilismo, más que su perfil político, incluso su reemplazante en la Cámara alta, la senadora Alejandra Vucasovich, -que juró unos minutos antes- lo definió como “un excelente deportista y un muy buen político, un diferente”.
“Reutemann fue una persona a quien yo siempre le he tenido respeto y consideración; y cuando me tocó ser senador sentí la satisfacción de estar al lado de quien tanto admiré de muy joven”, manifestó el radical Pablo Blanco.
El titular del bloque oficialista, José Mayans, homenajeó a quien fue el apoderado del PJ, Jorge Landau, que falleció recientemente: “Fue una gran persona, histórico apoderado del Partido Justicialista, con quien trabajamos juntos. Landau fue una persona con un conocimiento muy importante en materia electoral y quiero recordarlo con mucho afecto y con mucho cariño”.
Tras un acuerdo entre el oficialismo y la oposición, se trataron sobre tablas los pliegos de Marcela Losardo como embajadora de la UNESCO y de Guillermo Nielsen como embajador del Reino de Arabia Saudita, que fueron aprobados por unanimidad.
Un rato más tarde, las senadoras y los senadores ratificaron el DNU que modifica la Ley de Vacunas para adquirir nuevas dosis a laboratorios estadounidenses. Los integrantes del interbloque de Juntos por el Cambio acompañaron con su voto, a pesar de las fuertes críticas que realizaron días atrás al gobierno de Alberto Fernández, durante la comisión bicameral de Trámite Legislativo, por haber recurrido a un decreto para cambiar la norma en lugar de hacerlo a través al Congreso.