Una profunda crisis sanitaria sacude al Chaco, con el Hospital Perrando como epicentro. La falta de un resonador magnético, herramienta fundamental para el diagnóstico de diversas patologías, ha generado una demora considerable en la atención de pacientes, poniendo en riesgo sus vidas.
A esta problemática se suma la escasez de contrastes para realizar estudios por imágenes desde hace varios meses. Esta situación imposibilita la realización de diagnósticos precisos y dificulta la planificación de tratamientos adecuados.
La situación se agrava al llegar a la guardia del hospital, donde la falta de diazepam, un medicamento esencial para el control de convulsiones y la sedación, y de antibióticos, fundamentales para combatir infecciones, pone en riesgo la vida de los pacientes que requieren atención inmediata.
Los centros de salud de toda la provincia no escapan a esta realidad, enfrentando problemas estructurales y una falta de insumos que se prolonga en el tiempo.
Esta crisis sanitaria ha transformado el sistema de salud chaqueño, donde la atención médica se ve limitada por la falta de recursos básicos.
La crisis sanitaria en Chaco exige una respuesta urgente por parte de las autoridades provinciales. Es necesario invertir en equipamiento, medicamentos e infraestructura, y garantizar una adecuada gestión de los recursos para brindar una atención médica de calidad a todos los habitantes de la provincia.