El acto encabezado por el presidente Alberto Fernández discurría en plena normalidad, hasta que el mandatario decidió mencionar al dueño de un medio de comunicación de la cultura villera. Sin embargo, se equivocó y terminó mencionando a una película porno de 1972.
En medio de la polémica desatada el día de ayer por Cristina Fernández de Kirchner, quien cuestionó el rol de los movimientos sociales en la administración del dinero público, el primer mandatario aseguró: “Mi deuda eterna de gratitud con cada una de esas organizaciones. Ahí veo al compañero de Garganta Profunda, como él, miles. No, de Garganta Poderosa, Poderosa. Bueno, profunda también porque en esa revista nos enseñaron varias cosas ocultas”, aseguró, intentando corregir el furcio.
Minutos después, la blonda estrella de los programas de televisión argentinos, Susana Giménez, comentó un video de unos pocos segundos con el error del presidente Alberto Fernández, colgado por el usuario El ministerio de la Polenta. Jocosa, se rió del mandatario a las carcajadas, aunque aún no se sabe si publicó su risa como una forma de burlarse del mandatario o si, simplemente, se equivocó e intentó enviar las risas por mensaje privado.
Mientras los allí presentes se reían tratando se sortear el trance, no fueron pocos los que recordaron que “Garganta Profunda” fue el alias que utilizó Mark Felt durante el escándalo de Watergate que llevó a la ruina al por entonces presidente Richard Nixon. En efecto, Felt fue una fuente anónima del periodista Bob Woodward, que reveló detalles sobre una extensa operación de espionaje llevada adelante por el gobierno de los Estados Unidos.
Por otro lado, Garganta Profunda es una película pornográfica del año 1972, que casualmente le brindó el apodo a Felt tan sólo un año más tarde. La misma fue protagonizada por Linda Lovelace bajo la presión de su novio proxeneta. A pesar de que fue un éxito en su momento, la propia Lovelace en su autobiografía titulada “Ordeal”, aseguró que la filmación fue un calvario. “Cada vez que ven una escena, lo que ven es que me están violando”, aseguró.
Por alguna curiosa maniobra del azar, el presidente Alberto Fernández, ese mismo que no logra controlar la inflación o el desempleo, y es acusado de organizar fiestas clandestinas en la sede de la Quinta de Olivos, quiso saludar a un medio de comunicación y terminó naufragando entre espías y películas porno.