Autoexcluido hace un mes y medio de la posibilidad de buscar un nuevo mandato, el presidente Alberto Fernández mueve sus fichas en la interna oficialista en torno a la estrategia para las elecciones de este año. Las señales llegaron de parte de sus funcionarios más cercanos, quienes se encolumnan detrás de la precandidatura de Daniel Scioli para la Casa Rosada.
Desde el mismo momento en que bajó su candidatura, el Presidente se mostró a favor de las elecciones primarias como herramienta para definir los nombres del oficialismo. “Las PASO no las cree yo, eh. Son una ley. Soy el primer defensor de esa ley, y sigo creyendo que es el único mecanismo”, dijo en una entrevista a mediados de mayo.
Aunque evitó hacer menciones, pareció una respuesta al kirchnerismo duro y -puntualmente- al ministro de Economía, Sergio Massa, que en la misma semana había afirmado que dirimir los nombres del oficialismo en las PASO sería un “gravísimo error”.
Por entonces, en charlas con sus colaboradores más cercanos, Fernández evaluaba la posibilidad de apoyar a Scioli e impulsar la precandidatura de Victoria Tolosa Paz a la gobernación bonaerense.
Esta semana comenzaron a llegar señales fuertes en esa dirección: efectivamente, la ministra de Desarrollo Social de la Nación confirmó su alianza con el embajador en Brasil.
Tolosa Paz volvió a desafiar al kirchnerismo -puntualmente a Axel Kicillof- este sábado, al insistir en que la “única certeza” que tiene es que ella va a competir en la provincia de Buenos, y agregó: “Todo lo demás es incertidumbre, porque Kicillof todavía tiene que esperar la decisión de Cristina Kirchner, dado que hay compañeros que todavía lo ven como candidato a presidente”.
En Radio Mitre, la funcionaria señaló: “Me decidí y somos parte de un equipo que va a trabajar para Daniel Scioli como candidato a Presidente de la Nación, porque al igual que nosotros en la provincia, viene trabajando en la idea de que los candidatos se eligen a partir de las PASO”.
Más allá de que el vínculo entre ambos está roto desde hace tiempo, dirigentes de confianza del Presidente fogonearon semanas atrás una reunión con Cristina Kirchner “para definir las reglas de juego”. Sin embargo, la iniciativa terminó de pulverizarse cuando el propio Alberto Fernández reconoció no haber sido invitado al acto de Cristina Kirchner el 25 de mayo.
