El Senado de Brasil investiga por estos días si el presidente Jair Bolsonaro estaba al tanto del sobreprecio abonado por 20 millones de dosis de la Covaxin, la vacuna contra el coronavirus producida en India. En ese contexto un funcionario del Ministerio de Salud declaró este jueves que “había funcionarios” que estaban “cobrando sobornos” para cerrar la transacción.
Los miembros de la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) para el Covid-19 en Brasil manejan la hipótesis de que Jair Bolsonaro estaba al tanto de que Brasil pagó hasta 11 veces el precio normal de las 20 millones de vacunas que fueron adquiridas al laboratorio Bharat Biotech de la India, informó el sitio español la Vanguardia.
La transacción se concretó antes de que la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) le diese el visto bueno al producto.
“El Ministerio no tenía vacuna. Un colega, Rodrigo, funcionario, dijo que había alguien que vendía la vacuna. Y ese alguien dijo que había funcionarios que recibían sobornos. Él no dio nombres”, relató este jueves Luis Ricardo Miranda, funcionario del Departamento de Logística del Ministerio de Salud de Brasil, según el sitio O Globo.
Luis Ricardo Miranda aseguró que él y su hermano, el diputado Luis Miranda, informaron al presidente Jair Bolsonaro sobre la novedad del supuesto pago de sobornos o sobreprecios.
La compra de vacunas por parte del gobierno de Brasil al laboratorio Bharat Biotech fue a través de un intermediario, la empresa Precisa, y Luis Ricardo Miranda aseguró que sintió una “presión atípica” para firmar el contrato.
Los Miranda declararon este viernes en frente a la CPI en calidad de testigos en el caso por el supuesto sobreprecio en vacunas contra el Covid-19. Unas horas después reaccionó Bolsonaro, quien los acusó de “calumnias”.
“Cuatro, cinco meses después de que [Luis Miranda] me hablara, no pasó nada. Ni una sola dosis de Covaxin llegó a Brasil. No se gastó ni un centavo en eso”, espetó el mandatario.
Brasil lleva acumulados más de 18 millones de casos de Covid-19, de los cuales más de 500.000 resultaron fatales. La campaña de vacunación avanza lento en todo el país, con algunos estados aún al borde del colapso sanitario.
