Se cumplen 11 años del brutal femicidio de Ángeles Rawson, la adolescente que en junio de 2013 fue asesinada por el portero de su edificio, Jorge Mangeri, que cumple prisión perpetua en el penal de Rawson.
Fue el 10 de junio de 2013 cuando su mamá Jimena Aduriz denunció la desaparición de la adolescente en Palermo. Un día después el cuerpo de la joven fue hallado en el CEAMSE de José León Suárez.
Ante este escenario, la puerta del edificio en Ravignani 2360 fue el centro de dolor y de una extensa cobertura periodística. En un principio la Justicia apuntaba a que el principal sospechoso era su padrastro, Sergio Opatowski. Sin embargo, todo cambió el 14 de junio.
Aquella noche, Mangeri fue llevado hasta la comisaría para declarar y ante la presión confesó que él había sido el autor del asesinato: “Soy el responsable de lo de Ravignani 2360”, relató y quedó detenido.
La investigación concluyó en que el portero la raptó e intentó abusarla en uno de los espacios del edificio. Se comprobó que Ángeles se defendió y fue por ese motivo que la estranguló y asfixió por casi cinco minutos.
Los médicos forenses constataron que la causa de muerte fue asfixia y el acusado le fracturó cinco costillas, la clavícula derecha y una vértebra.
Además, entre otros de los resultados que se comprobó es que la víctima tenía ADN de Mangeri en una de sus uñas que se relacionan a las más de 20 lesiones de defensa que el femicida tenía en su cuerpo.
Juicio, condena y cárcel
Dos años después el Tribunal Oral en lo Criminal N°9 condenó a Jorge Mangeri a la pena de prisión perpetua por el delito de “femicidio en concurso ideal con abuso sexual y homicidio agravado criminis causae”.
En enero de este año, el condenado fue trasladado al penal federal de Rawson en Chubut por cuestiones operativas del Servicio Penitenciario.
Frente a este escenario, Noticias Argentinas habló con la abogada de Mangeri, Patricia Viviana Croitoru, y sostuvo que están instrumentando una medida para que regrese a Buenos Aires ya que “está lejos de su familia”.
Asimismo, confirmó que su cliente no tiene problemas con otros reclusos y que si hubiese inconvenientes “ya habrían presentado algún planteo en particular”.