Nanci Gómez, vicepresidenta del Comité Provincial de Lucha contra la Violencia Institucional, expresó su agradecimiento por el espacio brindado para visibilizar una problemática que afecta profundamente a numerosas familias: “la utilización de los niños como rehenes en los conflictos entre adultos”.
Cuando hablamos de “niños rehenes”, nos referimos a situaciones donde uno de los progenitores utiliza al hijo para castigar, controlar o negociar con el otro. Esto puede ser a través de la obstrucción del vínculo, manipulaciones, amenazas, y decisiones que priorizan el conflicto adulto antes que el bienestar del niño.
Es una forma de violencia institucional y familiar, porque vulnera el derecho del niño a crecer en un entorno afectivo sano y en contacto con ambas familias, salvo casos de riesgo real.
En los últimos años hemos recibido numerosos casos que muestran un patrón preocupante:
- Demoras judiciales que profundizan el conflicto.
- Medidas cautelares que se prolongan sin revisión.
- Manipulación emocional y psicológica sobre los niños.
- Falta de seguimiento interdisciplinario en muchos procesos.
“Los niños no pueden esperar tiempos burocráticos. Cada mes sin contacto con uno de los progenitores marca su vida.”
¿Qué está haciendo el Comité Provincial?
✔ Acompañando casos individuales, escuchando y haciendo seguimiento institucional.
✔ Relevando situaciones donde hay revictimización por malas prácticas, demoras o desatención.
✔ Articulando con organismos provinciales y nacionales para acelerar intervenciones.
✔ Promoviendo la capacitación en operadores judiciales, fuerzas de seguridad y equipos técnicos.
✔ Impulsando protocolos que garanticen el respeto al interés superior del niño.”
“El mensaje es claro: un niño nunca puede ser un rehén emocional, judicial ni institucional. La responsabilidad es de todos: familias, justicia y Estado.
Como Comité Provincial vamos a seguir trabajando para que los derechos de la infancia no se vulneren por conflictos entre adultos.”

