Sergio Romero vivirá un nuevo capítulo en el fútbol argentino. Tras quedar relegado en Boca durante todo 2025, el arquero de 38 años arregló su llegada a Argentinos Juniors, que necesitaba un reemplazo urgente por la grave lesión de Diego Rodríguez.
La operación se concretará una vez que formalice su rescisión con Boca, lo que también representará un alivio contractual para el Xeneize. En principio, “Chiquito” firmará hasta fin de año, con opción a extender según su rendimiento y la clasificación del club a competencias internacionales.
El Bicho priorizó a Romero por encima de otras alternativas, como Facundo Altamirano (San Lorenzo). Su experiencia internacional, su liderazgo y la voluntad de adecuar su salario fueron factores clave para cerrar la negociación. Inicialmente, se evaluaba sumarlo solo para la Copa Argentina, pero la AFA autorizó su inscripción en el Torneo Clausura, ya que aún resta más del 30% de competencia por disputar.
Romero no volvió a jugar en 2025 tras su operación de rodilla y un incidente con un plateísta en 2024 que marcó el final de su ciclo. Fue relegado por Agustín Marchesín, Leandro Brey y Javier García, y ni siquiera integró el banco en las últimas convocatorias. Su último partido oficial fue el 23 de noviembre de 2024, en el empate 0-0 ante Huracán por la Copa Argentina. Desde entonces, su continuidad en el plantel se volvió inviable.
El paso de Chiquito Romero por Boca dejó sensaciones mixtas: fue figura en la Copa Libertadores 2023, pero las lesiones y la pérdida de confianza lo alejaron del arco xeneize. Ahora, en Argentinos Juniors, buscará recuperar minutos y protagonismo, aportando experiencia a un equipo que peleará por los puestos de clasificación y un título nacional.
Su llegada representa un refuerzo clave para un plantel que enfrentará las semifinales de la Copa Argentina y el tramo final del Clausura con un arquero de jerarquía y hambre de revancha en el fútbol de nuestro país.