Un desgarrador suceso conmociona a La Matanza: Thiago Correa, un niño de 7 años, fue diagnosticado con muerte cerebral tras recibir un disparo en la cabeza durante un enfrentamiento entre un policía federal y cuatro delincuentes. El hecho ocurrió la noche del miércoles en la intersección de avenida Crovara y Madrid, y el menor permanece conectado a asistencia mecánica en el Hospital de Niños de San Justo.
Fabián, el padre de Thiago, relató con dolor los instantes en que su hijo se desplomó en sus brazos. “Estábamos esperando el colectivo cuando escuché una explosión. Pensé que era una moto, pero luego hubo más disparos. Quise tirar a Thiago al piso, pero la bala ya le había dado”, contó a TN, aún en shock. “Me dijo ‘pá’ y no habló más. Grité por ayuda y un desconocido nos llevó al hospital”, agregó.
El episodio tuvo lugar alrededor de las 22:30, cuando un agente de la Policía Federal Argentina, identificado como Facundo Daniel Aguilar Fajardo, de 21 años, fue abordado por cuatro ladrones armados. El efectivo, de civil y fuera de servicio, se identificó como policía y abrió fuego con su arma reglamentaria. En el cruce de balas, Thiago, quien estaba sobre los hombros de su padre, fue alcanzado en la cabeza.
El tiroteo dejó un saldo trágico: uno de los asaltantes, Brandon Corpus Antelo, de 18 años, murió por un disparo en el cuello. Otros dos, Uriel Alexis Montenovo y Uriel Emanuel Leiva, ambos de 21 años, resultaron heridos, uno en la pierna y otro en el abdomen, este último en estado grave. El cuarto delincuente escapó.
El agente Aguilar Fajardo, oficial ayudante de la Dirección Montada de la PFA, quedó detenido por orden del fiscal Diego Rulli, acusado de exceso en la legítima defensa. La investigación busca esclarecer las circunstancias del tiroteo y determinar responsabilidades.
En el hospital, familiares y amigos acompañan a Fabián, quien hasta horas antes del diagnóstico de muerte cerebral mantenía la esperanza: “Thiago la está peleando”, decía. Ahora, la familia enfrenta una pérdida irreparable. “Siete años, toda una vida por delante. Es una pesadilla”, expresó el padre, con la voz quebrada.